Tic-tac, tic-tac. Entrar a ciudad reloj, encontrarme con la gran hada. Luego
salvar a la anciana, llegar a tiempo para el observatorio. Tic-tac, tic-tac. En
qué se ha ido el tiempo, ya estoy frente a mi destino pero… pero no estoy
listo. Siento pesado el cuerpo, es una tortura estar aquí arriba y me enfermo
con este horroroso ser. Cómo puedo tomo fuerzas y mis recuerdos me ayudan. He
ganado…
Tic-tac, tic-tac. Entrar a ciudad reloj, salvar a la anciana. Adentrarme al
inmenso pantano, los lugareños son hostiles, estoy asustado pero debo ayudar.
La bruja no es mala pero este lugar no parece bueno. Tic-tac, tic-tac. Sin
saber estoy vagando por un templo en total oscuridad, es una profunda pena la
que percibo pero no puedo dejar de avanzar, solo tengo un día más… necesito más
tiempo. El guerrero es espantoso, no sé si pueda lograrlo, jamás había visto
algo así.
Estoy de nuevo en ciudad reloj, no puedo salvar a la anciana. Debo darme prisa,
el Pico nevado está muy lejos pero no dejo de pensar que la anciana ya la salve
dos veces. ¿Por qué siento un enorme pesar? Este día llueve mucho, la nieve me
ahoga y el frío congela mis pensamientos. Angustia y tortura… solo tengo diez
años. No puedo lograrlo, necesito más tiempo. Tic-tac, tic-tac. Escucho los
llantos del goron, necesita mi ayuda, no. Toda la tribu me necesita. No lo
parece pero de pronto soy más fuerte, más grande, puedo pelear sin espada pero
esta canción no me deja en paz. Me estoy volviendo preso de sus notas.
Ya no tengo percepción del tiempo y no sé ni siquiera dónde estoy. Debería
estar ayudando a la tribu, o salvando a los goron pero esta niña tiene a mi
caballo. Este día ya ha pasado muchas veces y aun así se repite, pronto vendrán
los alienígenas… Tic-tac, tic-tac. Flecha tras flecha, los chillidos son
infernales y esta maldita canción no deja de sonar en mi cabeza. La noche ha
pasado… pero no pude salvar a la anciana y este día llueve perpetuamente. Debo
darme prisa e ir a la gran bahía y luego a la tribu de árboles y luego salvar a
los goron. Mis piernas pesan mucho.
Tic-tac, tic-tac. Ciudad reloj de nuevo está despreocupada. No son conocedores
de los horrores que he visto, que nadie debería ver y que no deberían existir.
¿Por qué no puedo hacer todo? Estoy solo… no. Estoy conmigo. Me dispongo a
ayudar a la gente, a jugar con los niños del pueblo, aprender técnicas con el
maestro espadachín, ayudar a la anciana, buscar a un hombre del que todos saben
algo pero nadie sabe nada, bailo con las mujeres de lejanas tierras y los búhos
hablan. Estoy exhausto pero la carrera de goron está a punto de comenzar, los
herreros necesitan el polvo para mi espada… esta vez si podré matarlo de una
vez por todas. Tic-tac.
La gente parece agitada, la luna está sobre nosotros y la podemos casi tocar.
Pero es ella quien quiere abrazarnos, el aire pesa. Todos corren y otros se
quedan esperando, no lo entiendo. Todo me parece irreal… la tribu deku, los
goron e incluso los queridos zoras. A todos les he fallado. Si tuviera más
poder podría lograrlo, he escuchado de un objeto que tiene la fuerza de miles
de personas.
Incluso mi amigo el cartero está triste, mi maestro está asustado, la señora
más elegante es un manojo de nervios y yo tengo miedo. Un profundo sentido del
deber me echa la culpa y siento el dolor de todos. Pero… pero al menos podré
ayudar a dos enamorados, tengo que poder hacer algo. Aunque sea algo.
Tic-tac, tic-tac. Estoy en la ciudad reloj de nuevo. Debo ayudar a la cantante,
me parece conocerla pero a la vez nunca la he visto en mi vida. Los pequeños
huevos… ellos no tienen la culpa de haber nacido, no merecen morir sin vivir
antes. Tengo que
salvarlos pero no sé cómo. Parece tonto e inexplicable pero no soy yo, estoy en
otro cuerpo y ahora lo entiendo, duele mucho… solo duele mucho.
Maldita ciudad, maldita realidad. Nada existe, todo está en mi cabeza y parece
que los recuerdos se crean nunca existieron. Tardé un día en llegar al valle,
pareciera que llevo años en estas tierras. Todo es árido pero a lo lejos logro
escuchar música, es una casa pintoresca que parece sacada de un cuento. Pasaré
más tarde, primero debo descubrir los secretos de quienes murieron aquí.
Tic-tac, tic-tac. Me encontré a un fantasma compositor, la casa era habitada
por un monstro y su hija. ¿Cómo es posible que pueda sobrevivir en esta
tempestad? Esa pequeña de seis años ha presenciado miles horrores. El pozo no
era diferente a todo en este sueño, lúgubre y confuso. A esta hora seguro los
alienígenas se llevaron a la pequeña y sus vacas, los huevos zora habrán dejado
de existir, nadie podrá encontrar a Kafei.
El antiguo rey sabe mucho, la torre es infinita y está de cabeza todo. Soy
muchas personas, y unos gusanos gigantes están frente a mí. Nada me parece
real, pero el dolor es inconmensurable, cada vena de mi ser explota, me siento
gigante y de pronto he arrancado otra vida. Tic-tac, tic-tac. Los gigantes
rojos están frente a mí, su voz dice que todo saldrá bien. Cómo pueden estar
seguros de eso.
Un nuevo día, no me importa nadie. Salvaré a todos pero no a cada uno. La noche
se acerca, es fría y llena de estrellas. El festival ha comenzado, nadie lo
sabe pero todos moriremos.
De nuevo estoy frente a ellos, quieren jugar… pero su juego no es un juego. Que
ser tan horrible, grita y llora o está riendo. Disfruta el dolor. La batalla
más difícil que he tenido, pero la criatura sigue, ahora corre y no puedo ver
sus movimientos, la sala es enorme y siento como me apuñalan por todos los
lados. Necesito ayuda, tengo mucho miedo, se ha caído pero aún respira… ¡No!
¡No, no, no, no! Me mira con odio, con una mirada que nunca ha conocido el
amor, la rabia lo invade.
Tengo que hacerlo, usar la rabia de todos. No soy yo, jamás podré hacerlo, soy
una fiera que busca sangre. La máscara cubre al verdadero ser, son un cumulo de
músculos pulsantes y gritos infinitos, me volveré loco. ¡Pero deja de moverte
de una vez por todas! Maldito, repugnante. ¡Muere, muere! Aún escucho gritos…
pero son los míos. Todo ha terminado.
Tic-tac, tic-tac. Entrar a ciudad reloj, encontrarme con la gran hada. Luego
salvar a la anciana, llegar a tiempo para el observatorio. Tic-tac, tic-tac. En
qué se ha ido el tiempo, ya estoy frente a mi destino pero… pero no estoy
listo. Siento pesado el cuerpo, es una tortura estar aquí arriba y me enfermo
con este horroroso ser. Cómo puedo tomo fuerzas y mis recuerdos me ayudan. He
ganado…
Escrito por: Álvaro Amaya